Esta ampliación administrativa del municipio de Soweto, ciudad segregada de un millón de zulúes, kosas, nbeles, etc., a 20 kms. de Johannesburgo, se erige como símbolo reivindicativo.

Las oficinas y una recova, opuestas por la diagonal, encierran un centro de actividades cívicas y posibilitando las políticas.

El edificio se desarrolla en bandejas escalonadas en torno de una galería central de triple altura como gran raja lineal en el corazón de cada ala de oficinas.

El planteo de simple lectura responde a otorgar con claridad respaldo físico a la institución.

Una L contrapuesta de muro y galería de sombra cierra el cuadrado de la plaza que se erige en primer lugar cívico de la comunidad.