La Escuela de Trabajo Social complementa su edificio actual con una biblioteca y sala de clases para 150 alumnos.

La adición contigua a una playa de estacionamiento cierra la composición iniciada en la puerta de la Ciudad Universitaria por la Escuela de Ciencias de la Información.

Entre los dos volúmenes se acoge el volumen existente de las escuelas carente de rostro, producto de varias extensiones.

El cuerpo con dos núcleos se abre al Norte con hojas plegadas cerradas con muros cortina verdosos.

Hacia el Sur, rajas continuas a nivel del observador sentado se interrumpen en aberturas cuadradas enmarcadas con plegados de hormigón.

Cerrada hacia la mala orientación, fría en invierno y ocupada por una playa de estacionamiento, el cuerpo se abre al jardín interior, con vistas amplias.

La biblioteca aparece con una sala única dividida por anaqueles de libros bajos en dos áreas de lectura grupal, individual y para computadoras.